CRÍTICA DE SOLER, por Manuel López Azorín.

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CRÍTICA DE SOLER, por Manuel López Azorín.

Francisco Muñoz Soler (Málaga 1957) es poeta y tiene una amplia obra publicada en España,
México, Perú, El Salvador, Estados Unidos, Venezuela, Cuba e India. Ha sido traducido al inglés,
italiano, árabe, alemán, rumano, asamés, bengalí, ruso, francés, macedonio. Ha publicado una
veintena de libros de poesía y participado en antología colectivas y también ha publicado en más
de un centenar de revistas literarias, entre impresas y digitales y presentado su obra poética en
numerosos países de Europa, América, Asia y África. Y sin embargo yo hablo de él y de su poesía
y muchos no parece que le conozcan demasiado. Es decir, no es un poeta que está en eso que han
dado en llamar “Canon” y esto me confirma que, aunque sean todos los que están no están todos
los que son.

De la poesía de Francisco Muñoz Soler ya he dicho en otras reseñas que es poesía de pensamiento,
una poesía de materia filosófica, metafísica, inquieta, una poesía de emociones y de dudas, una
poesía en la que el tiempo, su transcurrir, juega un papel importante, una poesía en fin, intimista
que invita a la reflexión, centrado en el yo lírico y en ese mundo que quiere manifestar como
testimonio de existir, y en la que se advierten huellas de grandes poetas, fuentes que son necesarias
para beber en ellas y luego escribir poesía, matices de inspiración en una lírica que trata de ahondar
en el misterio de la vida a través de una incesante búsqueda de respuestas, a través de cuestiones
en las que interroga, a través del paso del tiempo, a través del amor, del hombre y de su vida.

Hay quienes la define como una poesía de la “estética del asombro” Su yo lírico nos muestra, con
su compromiso ético, la existencia de la otredad en sus poemas de crítica social. Una poesía universal que se abraza a la sed de justicia, de paz, y que enarbola la bandera del amor. Un poeta que, a través de sus poemas, parece pensar que la poesía puede cambiar el mundo y que puede hacernos mejores personas, al menos soñarlo ya es importante. Francisco Muñoz Soler es poeta de compromiso y sensibilidad. Compromiso con la dignidad y libertad de las personas, con la igualdad de derechos, con la tolerancia y el respeto. Es poeta como necesidad vital, su forma de ser y estar en el mundo es ser poeta. Y piensa que, como dice Antonio Colinas “La poesía es una forma de ser y estar en el mundo” Así nos dice Muñoz Soler en este poema de su libro Elocuencia de silencios (Caligrama 2019) publicado en edición bilingüe en castellano e inglés: ¿Qué es ser poeta y por qué serlo? / Nunca, me hice las preguntas, / fluye del venero de mi ánima, / forjando elección de vida/ mi posicionamiento en el mundo, / manifestarme en la palabra/ y en los silencios/ con belleza y
humanismo.

En esta última antología suya titulada Soler (1978-2019) también publicada en (Caligrama 2020)
nos ofrece una extensa selección de poemas de sus libros publicados, titulados Prehistoria poética
1978-1983 y 1984-1987. Qué frágiles son nuestras vidas/ qué fugaces, qué absurdas, / qué crueles,
qué hermosas/ mientras duran. Incluye otra Prehistoria poética 1993-1996. Nuestra limitada
inmortalidad se forjará/ en actos casi siempre íntimos/ que dejen huellas en otras personas/
prolongando nuestra fugaz presencia. Hay que decir que Muñoz Soler ha estado apartado del mundo
literario, tan solo leía y escribía, por esta razón casi todo lo escrito desde 1978 hasta 2007 se ha
publicado después de esa fecha.

A la poesía llegó leyendo y sus referencias han sido fundamentalmente Antonio Machado,
Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda y Charles Baudelaire, aunque se formó con los clásicos
grecolatinos, los renacentistas, el Siglo de Oro, los poetas del romanticismo, los simbolistas
franceses y la poesía contemporánea. Todos los poetas tienen ecos de otros que les han
precedido. Ecos que les enriquecen, pero el poeta “y este es el caso de Muñoz Soler, debe
encontrar, y la encontró, su propia voz, esa que identifica, su estilo y su personal modo de
escribir poesía. De este poeta he dicho en otras reseñas de los libros que de él he leído que
navega por ese río de la poesía con una barca lírica y estética de noble ingenuidad utópica
y de asombro, y una enorme sed de buscarse a sí mismo, de caminar para sentirse vivo, de
soñar y al mismo tiempo, solidarizarse con el hombre y su existir. Un existir único, a pesar
de que a veces se nos muestre como pesadilla y otras como un hermoso sueño. Me quedo con
lo hermoso (Nos dice) con la emoción/ de ese acontecer de autónomas/ fibras internas/ que
olvidadas tenía/ y que sólo percibía en otros/ sentirme vivo/ aunque la intimidad/ no pueda
sustraerse/ desabrida sensación/ de desencanto. Muñoz Soler está: Donde el poeta escribe
y sabe lo que es ser poeta. Donde el poeta canta y recuerda lo perdido. Donde el poeta, con el
pasado y el presente siente el regalo de la vida desde la contemplación y la memoria.

En septiembre de 2014 vio la luz, Poemas Selectos-Selected Poems, un proyecto de selección
y traducción al inglés, edición bilingüe inglés-español de la poesía, que abarca 1978.2014 del
poeta malagueño, obra a cargo de Mavi Robles-Castillo, que Muñoz Soler presentó en la
FIL de Guadalajara-México y que fue publicado por CreativeSpace.

De Francisco Muñoz Soler se ha dicho: “Es poeta con ansías metafísica, a la búsqueda de su
propia personalidad, centrado en el yo lírico y en ese mundo íntimo que quiere manifestar como
testimonio de su existir. En la búsqueda de la expresión está su mayor logro. En ella está su
conquista, su insaciable apetito de Ser y proyectarnos sus angustias, sus desastres y tensiones.
Se puede definir su estética como poesía del Asombro, poesía que admira, o se maravilla con
los que antes se legitimaron.

“Zona Cero (2013) es un libro que nace de ciertas experiencias autobiográficas del autor y se
eleva al lector para salir de ese universo donde las cosas no tienen profundidad, para acercarse
al espacio donde lo emocional juega un papel fundamental. Con su relación a su estética y la
manifiesta despreocupación formal del poeta, ésta no impide la transmisión emocional que nos
llega de sus poemas, ni obvia sus conocimientos e influencias de poetas como Antonio Machado,
Federico García Lorca, Quevedo y/o Benedetti, además de otros muchos referentes que le sirven
al poeta malagueño como punto de salida para la elaboración de poemas en torno al amar, la
soledad o el dolor…

En la poesía de Muñoz Soler nos encontramos con poesía de la diversidad por estructuras y por
temáticas. En cuanto a las estructuras él que conoce las formas clásicas y las que tienen libertad
de metro le preocupan para conseguir el ritmo adecuado a lo que cuenta y canta. En cuanto a las
temáticas aborda cualquier temática, nunca se plantea no escribir de alguna concreta. En la
antología Selección Natural (Ediciones Rubeo, Barcelona-España 2012) con prólogo de José Luis
Pérez Fuillerat, preparada por el autor. Un autor de corte metafísico que, como bien dice su
prologuista, va la búsqueda de su propia personalidad, sin angustias, sin resentimientos de tipo
social. Es poesía personal centrada en su yo lírico y en ese mundo íntimo que quiere manifestar
como testimonio de su existir. Y lo hace con un verso, muchas veces, no sujeto a formas. En esa
antología se puede disfrutar de una selección de 50 poemas -que el autor, como he dicho, ha
seleccionado expresamente- con unidad temática. Eso que decía Volteaire: La metafísica no es
más que la novela del alma lo podemos cambiar por la poesía es la metafísica del alma.

Restauración y La voz del pensamiento (Telaraña Ediciones, México 2011) con un proemio de
Jacinto K’nul y palabras del poeta chileno Álvaro Inostroza Bidart. Nos dice Muñoz Soler, a
modo de confesión y de poética que, desde su humilde anonimato lanza sus cantos. Nos dice
también que en sus poemas, aderezados de sabores y texturas propias de la cosecha de su
imaginación y entendimiento, desea germinar.

La densa corporeidad de mi memoria (Ediciones Estival, Venezuela 2010), es -en palabras de su
prologuista la cubana Miladis Hernández Acosta- la necesidad de llamar a las cosas por su nombre,
catalizar la realizar ontológica, la desnuda situación de las sociedades modernas. Es el peso de un
yo saturado de los continuos viajes que se identifica con lo que vive o evoca.

La poesía, se dice que salva al hombre y en cierto modo así es o cuando menos lo libera. A estos
libros que cito, que no son todos, pero que me parece una extensa muestra de su quehacer poético
hay que sumar algunos más en esta antología que lleva su nombre por título y entre paréntesis
las fechas de inicio y culminación de la selección Muñoz Soler suele decir que la poesía le sirve
al hombre porque es consustancial al ser humano.

Y la poesía, precisamente, que es el arte de la palabra, del lenguaje, es parte de su proyecto de vida.
“Ser poeta es ser como un hombre cualquiera con un matiz diferencial: la capacidad de percepción
y conocimiento del lenguaje de quien escribe poesía con relación a los que no la escriben.

Francisco Muñoz Soler: Antología (1978-2019) la imagen poética que hace surgir el poema se
presenta de diferentes maneras y puede ser realidad o ficción y a partir de ese primer verso se
va conformando el poema.

Escribe sobre diferentes temáticas poemas que van surgiendo con determinadas estructuras que al
tener una misma unidad parte de un todo que fluye en el poeta. Pueden ser escrito en estructuras
formales o clásicas o pueden ser con libertad de metro. El poeta durante el tiempo que le toca vivir,
debe de dar testimonio de ello y comprometerse con ella yendo, con su palabra, a la búsqueda de
la paz y la justicia, desde el amor, de modo que, buscando el sentido de la existencia, este poeta
hace crítica social, reflexiona sobre lo que observa, lo que percibe a su alrededor y, repito con su
palabra, marcha en la búsqueda de un mundo mejor para el ser humano. Por esta razón me reafirmo
en lo dicho ya en él en otras reseñas:

Francisco Muñoz Soler, lo ha dicho él y se nota en muchos de sus poemas -es poeta de compromiso
y sensibilidad. Compromiso con la dignidad y la libertad de las personas, con la igualdad de
derechos, con la tolerancia y el respeto. Suele decir que es poeta, como necesidad vital y regene-
dora de sí mismo, al menos hasta que la curiosidad siga alimentando sus sueños. Aunque, como
tantos otros, no parezca estar en el llamado “Canon poético”, merece la pena y mucho, que lo leáis,
su lectura os tocará los sentidos porque su lenguaje es claro, preciso, aunque es un lenguaje muy
reflexivo es comprensible, cotidiano y preciso que os gustará. Muy recomendable.

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FRANCISCO MUÑOZ SOLER

Poeta español con una amplia obra publicada en países como España, Portugal, Italia, México, Suecia, Estados Unidos, India, Cuba, Turquía, Perú, El Salvador, Venezuela, Honduras, ha sido traducido al inglés, sueco, francés, portugués, italiano, ruso, turco, árabe, griego, rumano, macedonio, uzbeko, búlgaro, asamés, bengalí y chino.

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